La huella de carbono en los productos plásticos
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono mide la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto.
El concepto huella de carbono más más allá de la medición de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) ya que se tienen en cuenta todos los GEI, para después convertir las cantidades de cada gas a cantidades equivalentes de CO2. Esta conversión se realiza en base al potencial de calentamiento global (PCG) de cada gas.
El PCG de un GEI expresa el efecto sobre el calentamiento global causado por un kilogramo de GEI durante un período de tiempo (normalmente 100 años) en comparación con el efecto causado por un kilogramo de CO2.
Las emisiones asociadas a las actividades de una organización se pueden clasificar en dos grupos: directas (procedentes de fuentes que son propiedad de la organización o no están controladas por esta) e indirectas (emisiones derivadas de las actividades de la organización, pero que ocurren en fuentes que no son propiedad de la organización no están controladas por esta.
La huella de carbono de los productos plásticos
El calentamiento global es uno de los problemas ambientales que más repercusión está teniendo en la Sociedad y que se relaciona con los denominados gases de efecto invernadero o GEI.
En este sentido, a nivel de la Unión Europea se ha establecido un paquete de medidas sobre el clima y las energías renovables que tiene los siguientes objetivos para el año 2020: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 20 %, aumentar la proporción de energías renovables en un 20 % y mejorar la eficiencia energética un 20 %.
La cantidad de gases de efecto invernadero es lo que se denomina huella de carbono y se expresa como toneladas de CO2 asociadas a organizaciones, eventos, actividades o a todo el ciclo de vida de un producto.
El ciclo de vida de un producto incluye: la obtención de las materias primas y componentes, la producción, la distribución y el uso de los productos y el fin de vida de los mismos, cuando se transforman en residuos. Esto incluye también todos los transportes de materias primas, los envases empleados con sus procesos de transformación, etc. es decir es un estudio global.
Cálculo de la Huella de Carbono
A la hora de realizar la huella de carbono es necesario definir si el cálculo engloba a toda la organización o bien se centra en un producto (o servicio) de la organización. De este modo, podemos distinguir dos enfoques básicos para el cálculo de la huella de carbono:
- Huella de carbono corporativa: mide la totalidad de GEI emitidos como consecuencia directa o indirecta del desarrollo de actividades de una organización
- Huella de carbono de producto: mide la totalidad de GEI emitidos durante todo el ciclo de vida de un producto, desde la extracción de materias primas, pasando por el procesado, fabricación y distribución, hasta la etapa de uso y final de la vida útil (reutilización, reciclado o depósito en vertedero).
La medición de la huella de carbono de un producto puede implicar una información ambiental del producto (relacionado con el etiquetado ecológico o el ecoetiquetado) pero sobre todo debe servir para conocer y mejorar las características del mismo.
Esta medición, además puede ser exigida por el propio cliente, que en el caso de ser la Administración Pública se relaciona con la denominada Compra Pública Verde.
La reducción de la huella de carbono de un producto plástico está relacionada con una reducción de costes ambientales y de recursos y va asociada entre otros aspectos a:
- reducción de materias primas,
- mejora en la eficiencia energética,
- optimización del transporte,
- uso de biopolímeros,
- uso de materiales reciclados.
Otros aspectos son: cambios en el proceso de producción, fabricación de envases reciclables, reducción de materiales peligrosos o reducción de residuos.
¿Cómo reducir la huella de carbono?
La huella de carbono de un producto mide la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos durante todo el ciclo de vida del producto, desde la extracción y procesado de materias primas, pasando por la fabricación y distribución, hasta las etapas de uso y final de la vida útil.
Así pues, el cálculo de la huella de carbono permite a las empresas cuantificar las emisiones de GEI derivadas de todo el ciclo de vida de sus productos, determinando la contribución de cada proceso y etapa del ciclo de vida a las emisiones totales. Una vez identificados los puntos críticos de los productos es posible aplicar estrategias de ecodiseño para reducir su huella de carbono.
El ecodiseño es un proceso integrado en el diseño y desarrollo de producto que tiene como objetivo reducir el impacto ambiental de los productos a lo largo de todo su ciclo de vida. El ecodiseño no modifica el proceso básico de diseño y desarrollo de nuevos productos, sino que lo complementa mediante la inclusión de criterios ambientales que deben recibir la misma atención que el resto de aspectos tradicionales de diseño, como la calidad, la seguridad o la estética.
La consideración de los criterios ambientales en la etapa de diseño responde al hecho de que la mayor parte de los impactos ambientales de un producto (aproximadamente el 80%, según la Agencia Federal Alemana del Medio Ambiente) quedan prefijados en el momento en que se diseña. Una vez que el producto ya está fabricado y empieza a comercializarse, hay poco margen de actuación para reducir sus impactos ambientales.
