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Tecnologías

Reciclado Químico

El reciclado químico hace posible la recuperación de aquellos residuos plásticos que están muy degradados, que pueden contener contaminantes o que son demasiado complejos para valorizar por otras vías.

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Gracias a las tecnologías de reciclado químico se están desarrollando soluciones alternativas que complementan al reciclado mecánico, en los casos en que este no es viable o para aumentar la calidad del material reciclado o para aplicaciones específicas como el contacto alimentario.

Se logra así aprovechar residuos y convertirlos en nuevas materias primas de alto valor añadido, que de otra manera acabarían en vertederos o siendo incinerados. Se trata de una vía alineada con la estrategia de Economía Circular para promover el aprovechamiento y uso de los residuos como materia prima.

Soluciones

En AIMPLAS trabajamos con distintas tecnologías de reciclado químico que se emplean en función de las características del residuo y el producto que se quiere obtener:

Termólisis. Pirólisis

La pirólisis es un proceso de craqueo térmico que descompone el polímero en monómeros u otras sustancias de interés para la industria química, haciendo posible optimizar la recuperación de mezclas de residuos y residuos muy degradados, que luego pueden ser incorporados de nuevo al proceso productivo. Además, es un proceso con un balance energético nulo, ya que el calentamiento del reactor puede producirse y mantenerse mediante los gases producidos en el propio proceso. Hasta el momento se trata del proceso más desarrollado a nivel industrial.

Solvólisis

Glicólisis

En la solvólisis se emplean disolventes, temperatura y presión para llevar a cabo la reacción inversa de formación de polímeros. Dependiendo del disolvente usado (metanol, etilenglicol o agua) se obtienen diferentes monómeros u oligómeros dependiendo del agente químico utilizado para la escisión del polímero.

Degradación enzimática / biológica

Se trata de una degradación donde el rompe el polímero y se obtienen fragmento más pequeños como monómeros y otras sustancias de interés para la industria. Esta degradación se lleva a cabo por el propio microorganismo o por los enzimas que secreta. Se trata de una ruptura muy específica. Los monómeros obtenidos como productos de la reacción de la degradación se pueden recuperar y ser empleados en la síntesis de nuevos productos. Esta innovadora tecnología es aplicable tanto a bioplásticos como a plásticos convencionales, pudiéndose emplear además para temas de biorremediación.