¿Por qué el PEAD ha cambiado la industria de la automoción?
La industria de la automoción, una de las más competitivas e innovadoras, ha aprovechado las ventajas que ofrecen los plásticos para la fabricación de vehículos desde hace años. Sin embargo, es en los últimos tiempos cuando se ha vivido una auténtica revolución en el empleo de estos materiales. En concreto, el polietileno de alta densidad (PEAD), que es empleado también en sectores como el aeronáutico, el náutico y el ferroviario, es uno de los plásticos que más usos encuentra en la automoción (otros son el ABS o el polipropileno).
Hoy sabemos que, combinados con otros materiales, los plásticos pueden disminuir el peso de muchas de las piezas de los coches hasta en un 70%. A esto hay que sumar un notable descenso de las emisiones y del consumo de combustible. Se trata de un material resistente al agua y a condiciones climáticas extremas.
Usos del PEAD en la automoción
Por una parte, las ventajas del PEAD se aprovechan para la fabricación de componentes básicos en los vehículos. Con este termoplástico, y junto con el polipropileno, se fabrican baterías, diferentes tipos de depósitos (aceite, líquido de frenos, líquido limpiaparabrisas, etc.), revestimientos interiores, paragolpes, asientos, compartimentos internos de almacenaje, embellecedores, etc.
Por otra parte, de su resistencia y flexibilidad se benefician otros componentes accesorios, como fundas de protección interiores y exteriores o elementos de sujeción. Una de las propiedades del PEAD es que es capaz de disipar la energía en el caso de recibir un impacto, lo que es muy útil para reducir posibles lesiones. Por eso es común comprobar que cascos y guantes tienen entre sus componentes este termoplástico.
Ventajas frente al metal y otros materiales
- Menor peso, lo que supone un menor consumo. El PEAD pesa menos que los materiales que se han venido empleando tradicionalmente en la industria de la automoción. Ello ha contribuido directamente a la reducción del consumo de los vehículos. En un contexto en el que el gasto de combustible es uno de los aspectos que más tienen en cuenta los consumidores, supone una importante ventaja competitiva. Hoy en día puede adquirirse un coche de mejores prestaciones que hace 10 años, incluida una mayor potencia, y que sin embargo consuma menos combustible. Esto es, en buena medida, por plásticos como el PEAD.
- Coste de fabricación más reducido. La fabricación de PEAD es mucho más sencilla y rápida que la de otro tipo de materiales.
- La reparación de partes de coches y otros vehículos que han sido fabricados con PEAD es sencilla y no hace incurrir en grandes gastos. La soldadura manual, que está al alcance de cualquier usuario con una formación mínima y un equipo sencillo, es útil para reparar golpes y roturas.
- Larga vida útil. Al contrario de lo que ocurre con otros materiales, el PEAD tiene una larga vida útil. Esto hace que, con el transcurso de los años, los materiales del coche fabricados con este termoplástico se deterioren menos. A diferencia de otros materiales o de los plásticos que se usaban antiguamente, que se deterioraban con más rapidez y mostraban síntomas de roce y desgaste, el PEAD se conserva mejor.
- Menor impacto medioambiental. Como consecuencia de la mayor ligereza del PEAD en comparación con el acero, la madera, el aluminio y otros, la industria de la automoción ha logrado reducir las emisiones contaminantes de sus vehículos, ajustándolos a las exigencias comunitarias. Además, el PEAD que se emplea en los vehículos puede proceder de plástico reciclado, que se trata en plantas especiales.
- Desde un punto de vista estético, el PEAD puede adoptar formas muy atractivas y tener varios colores y tonalidades. Esto lo convierte en muy polivalente para diferentes tipos de vehículos, ya sean deportivos, familiares, de transporte de mercancías comerciales, etc.