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Blog
18/02/2014

ECOBIONET

Las nuevas mallas extruidas son compostables además de biodegradables, por lo que pueden ser desechadas junto con el resto de basura orgánica tanto en el hogar como en las propias superficies comerciales y en menos de seis meses se transforma en compost.

Este innovador envase mantiene las mismas propiedades y el mismo aspecto que las mallas extruidas fabricadas con materiales convencionales, y su precio es tan solo unos céntimos superior por kilo de producto contenido.

Este innovador envase es el resultado de las investigaciones llevadas a cabo por AIMPLAS en el marco del proyecto ECOBIONET en colaboración con la firma gallega Ecoplas, la murciana Cristobal Meseguer, la alemana Tecnaro y la compañía belga OWS, y ha contado con la financiación del Programa Marco para la Competitividad y la Innovación (CIP). Uno de los aspectos más destacables de la malla biodegradable es su coste, ya que a pesar de presentar un valor añadido tan importante como la bio degradabilidad y compostabilidad, el precio del producto final solo aumentaría en unos céntimos por kilo de producto envasado.

Mismas características, más propiedades

La malla extruida biodegradable desarrollada por AIMPLAS cumple con todos los requerimientos funcionales para envasar desde patatas, ajos y cebollas, hasta mariscos y moluscos, pasando por cítricos y verduras. Tanto es así, que se puede fabricar en todas las variantes presentes en el mercado: mallas extruidas orientadas (las que mantienen su forma original con el producto en su interior: para ajos y moluscos, por ejemplo), las mallas extruidas no orientadas (para cítricos, patatas y una gran variedad de productos hortofrutícolas) y estas mallas extruidas combinadas con film (diseñadas para poder ver el producto y que éste transpire, pero que evitan que los residuos o polvo caigan fuera del envase).

Pero además de mantener todas la propiedades de una malla convencional, estos nuevos envases biodegradables son también compostables. Esto quiere decir, que en condiciones de compostabilidad industrial se convierten en abono para las plantas, en un tiempo inferior a seis meses, incorporándose así de nuevo al ciclo del cultivo de los productos que habían contenido.