Un residuo es “cualquier sustancia u objeto del que se desprenda su poseedor o tenga la obligación de desprenderse en virtud de las disposiciones legales vigentes”.
Los residuos pueden ser pre-consumo o post-consumo. Sus características son distintas y también lo será el material que se obtenga a partir de ellos.
Los recuperados o reciclados son materiales que proceden de residuos, pero han perdido esta condición.
Un material recuperado es un residuo que la empresa genera, trata (por ejemplo, tritura) y lo vuelve a introducir en su proceso de transformación. No hay compra del material. Se tiene ficha técnica y ficha de seguridad.
Con el objetivo de asegurar que los materiales reciclados tienen la calidad necesaria para un correcto procesado y una adecuada funcionalidad del producto acabado, existen normas internacionales que definen las características requeridas y opcionales a determinar, las especificaciones y los métodos de ensayo aplicables a cada tipo de material.
Las normas de ensayo y de producto en general son de voluntaria obligación, a no ser que haya alguna legislación que requiera que su aplicación sea obligatoria. No obstante, las normas de producto UNE EN 15344, UNE EN 15345, UNE EN 15346, UNE EN 15348 y UNE EN 15342 engloban normas de ensayo de obligatoria aplicación y otras voluntarias.
En este caso, al indicarse que algunos ensayos son obligatorios no significa que la ley obligue a que se ejecuten los ensayos, sino que si un fabricante indica que su producto sigue una de las normas de producto implica que habrá ensayado las muestras, como mínimo, con los ensayos obligatorios. La norma UNE EN 15343 no es específica de producto, sino que hace referencia a la trazabilidad y conformidad de plástico reciclado.
Cada vez cobran más importancia los protocolos de reciclabilidad de materiales plásticos y sus correspondientes certificaciones con el objetivo de asegurar su calidad y adaptarse a las nuevas tendencias que benefician a la Economía Circular.
En este sentido, y relacionado con los envases plásticos, AIMPLAS está reconocido por RecyClass para la Evaluación de la reciclabilidad de materiales innovadores (evaluación tecnológica). Con este tipo de análisis y controles, se persigue proporcionar una mayor calidad de reciclados en el mercado, incrementando la aceptación y el uso de estos materiales.
Por otra parte, existen cada vez más opciones para garantizar y controlar los residuos plásticos, así como los materiales plásticos reciclados resultantes de su tratamiento:
Establece un marco regulatorio para garantizar la trazabilidad de un residuo plástico que posteriormente será utilizado para la fabricación de ciertos productos. (Condición de fin de residuo).
La Convención de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos y su eliminación es el tratado multilateral de medio ambiente que se ocupa más exhaustivamente de los residuos peligrosos. Se trata de un acuerdo respaldado por 170 países que vela por la seguridad de los países receptores de los residuos garantizando que estos estén exentos de peligrosidad y que por lo tanto contribuye al impulso de la economía circular a nivel mundial.
La enmienda para plásticos tiene como objetivo reducir la exportación e importación de aquellos residuos de materiales plásticos que puedan suponer un problema para la salud de las personas o para el medio ambiente al ser trasportados de un país a otro para darles un uso determinado (reciclado mecánico, incineración, etc.).
Estos residuos plásticos, para ser transferidos a través de las fronteras de dos países, deben cumplir una serie de requisitos descritos en la convención de Basilea para poder ser transportados y que los países receptores puedan aceptar su entrada. Los laboratorios de AIMPLAS han obtenido la acreditación ENAC para el conjunto de ensayos necesarios para permitir la exportación de residuos plásticos:
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