El objetivo de la Comisión Europea es que en 2030 todos los envases de plástico deberán ser reciclables o reutilizables.
La Estrategia Europea de Plásticos, publicada en 2018 por la Comisión Europea, para la transición hacia una economía circular, implica establecer nuevas medidas relativas al envasado que tendrán como prioridad aumentar la reciclabilidad de los envases, el uso de plásticos reciclados y el reciclaje de envases. Cuando nos referimos al ecodiseño de un envase, debemos entender el mismo como un conjunto, es decir, todos los elementos independientes tendrán un impacto en la reciclabilidad final del envase, por lo que todos y cada uno deben ser considerados.
Sin embargo, de cara al mercado, debe tenerse en cuenta que, en algunos casos, los requisitos de funcionalidad dificultan que el ecodiseño de envases pueda ser integrado en un sistema totalmente circular. Este es el caso concreto de las barreras funcionales y materiales multicapa, en ocasiones complejos desde un punto de vista de separación mecánica.
En el siguiente post, intentaremos dar respuesta a las siguientes cuestiones:
El primer paso es definir qué parámetros hacen que un envase sea o no reciclable. Según la definición de reciclabilidad propuesta por PRE (Plastic Recyclers Europe), para que un envase se considere envase reciclable debe cumplir:
De manera complementaria, para poder realizar el reciclaje de envases se han de aplicar los criterios fijados en la norma UNE-EN 13430:2004, en la que a su vez se consideran varios requisitos relacionados con el diseño, producción, uso, recogida-clasificación, tecnologías de reciclado disponibles en la zona.
Teniendo en cuenta las consideraciones definidas en el apartado anterior, existen varias maneras de comunicar la reciclabilidad de un envase, entre ellas destacamos:
En AIMPLAS somos organismo acreditado y certificador de este tipo de certificaciones, y podemos realizar auditorías de producto certificadas, donde se valorará la reciclabilidad global del envase (con todos sus elementos) tal y cómo sería desechado por el consumidor, así como cartas de compatibilidad en el caso de productos intermedios.
Si bien el organismo RecyClass es el único que, hasta la fecha, provee de certificados de reciclabilidad para envases basados en guías de diseño para el reciclaje, otros organismos y asociaciones cómo APR[1] y CEFLEX[2] también han trabajo de manera conjunta en la elaboración de dichos documentos.
Así, el diseño para el reciclaje implica la creación de un envase o producto priorizando su circularidad, es decir, utilizando materiales con un alto potencial de reciclabilidad, donde sus componentes sean fácilmente separables, y detectables por las técnicas de sorting disponibles, y priorizando que en el final de su vida útil se puedan obtener materiales de alta calidad, no un residuo sino un recurso.
Así, las guías de diseño para el reciclaje de envases constituyen unas directrices de diseño, basadas en datos científicos y contrastados, y ayudan a los usuarios y a la industria en general a comprender el impacto de diferentes características de los envases en determinados flujos de reciclaje.
Si bien cada organismo (PRE, APR, CEFLEX) dispone de sus propias guías para el reciclado, en todos los casos las directrices son complementarias y, tienen en cuenta las particularidades dependen del mercado en cuestión.
La compatibilidad de las características del diseño del envase con los parámetros de reciclaje es un punto clave en el aseguramiento de la circularidad de un producto, en este caso de un envase. Es decir, cuanto mayor sea esta, mayor potencial de éxito en el reciclaje y reincorporación del material reciclado de nuevo en la cadena de valor. Actualmente, los organismos nombrados, disponen de parámetros de ecodiseño y directrices de diseño para el reciclaje de 16 tipos de envases diferentes y secciones de diseño para los principales grupos de envases.
Independiente de sus particularidades, en todas ellas se contemplan las siguientes consideraciones de ecodiseño de envases:
5. Adhesivos en etiquetas. Estas deben ser capaces de desprenderse del envase durante la etapa de lavado, por lo que se prefieren adhesivos en base agua, y/o solubles a las temperaturas de lavado.
[1] https://plasticsrecycling.org/overview
[2] https://guidelines.ceflex.eu/guidelines/design-principles/
[1] https://recyclass.eu/get-certified/recyclability/#1
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