La demanda de los bioplásticos está aumentando exponencialmente, y en la actualidad existe una amplia gama de productos biodegradables y/o compostables. Según los últimos datos de mercado recopilados por European Bioplastics en cooperación con el Nova-Institute, se prevé que la capacidad mundial de producción de bioplásticos aumente de alrededor de 2,11 millones de toneladas en 2020 a aproximadamente 2,87 millones de toneladas en 2025.
Se ha observado un incremento en la solicitud de estudios de laboratorio acorde a estándares actuales, para comprobar que las materias primas o productos terminados cumplen con lo establecido en las normas, y con ello se crea la necesidad de obtener ecoetiquetas que aseguren dichos resultados. A raíz de esto se ha observado una ligera confusión recurrente acerca de quién es el organismo encargado de realizar los ensayos y quién de certificar los productos.
No existe una legislación específica sobre biomateriales, sus usos y aplicaciones. Sin embargo, tanto a nivel internacional como nacional existen diferentes normas que pretenden regular estos materiales, principalmente en lo que se refiere a su condición de origen renovable y/o fin de vida compostable.
Estas normas no son de obligado cumplimiento. Sin embargo, establecen los aspectos y las pruebas necesarias para determinar las características que deben cumplir los materiales y/o productos. Por ejemplo, las normas más utilizadas para demostrar la biodegradabilidad o compostabilidad son las siguientes:
Los laboratorios son los encargados de realizar todos los estudios de necesarios y emitir un informe finales con los resultados. Cada entidad certificadora posee una lista de laboratorios reconocidos donde la empresa que quiera obtener una ecoetiqueta determinada debe acudir a dicho laboratorio para realizar los ensayos. AIMPLAS está reconocido por la entidad certificadora TÜV Austria para que las empresas puedan obtener las etiquetas OK Compost INDUSTRIAL, OK Compost HOME, OK Biodegradable SOIL y SEEDLING a través de nuestros ensayos. Puedes ampliar información sobre cómo obtener estas etiquetas pinchando aquí.
Los organismos de certificación tienen como objetivo evaluar la compleja información requerida por estas normas y juzgar, de manera objetiva e imparcial, las características generales de un material/producto dado. Esta evaluación se lleva a cabo a través de sistemas de certificación. En general, se podría decir que las normas conforman la teoría y los sistemas de certificación convierten esta teoría en la práctica.
En la actualidad, existen diferentes organismos que promueven la certificación de productos, otorgando un distintivo (marca o logotipo) a aquellos productos que cumplen con los requisitos establecidos por la norma. La certificación implica una verificación por parte de un organismo independiente:
Se han llevado a cabo numerosos intentos de desarrollar de un sistema de certificación único, sencillo, internacional y válido en Europa, Asia y Norte América. A pesar de ello, los intereses nacionales han prevalecido sobre el interés común y esto ha causado el desarrollo de diferentes sistemas válidos en diferentes regiones. A pesar de esto, la industria de los bioplásticos continúa sus esfuerzos por armonizar los sistemas actuales existentes y conseguir un acuerdo de colaboración entre los diferentes organismos de certificación. El principal objetivo consiste en conseguir un reconocimiento mutuo de los certificados.
El laboratorio de Biodegradabilidad y Compostabilidad de AIMPLAS es el encargado de realizar los estudios necesarios para que las empresas puedan demostrar el carácter biodegradable y/o compostable de sus productos. Nuestros informes son válidos para que la entidad certificadora TÜV Austria pueda otorgar la ecoetiqueta de dichos productos a las empresas. Puedes ampliar información sobre estos estudios pinchando aquí.
Autor/a: Sofía Collazo Bigliardi. Biodegradation & Compostability Laboratory. AIMPLAS
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